¡Carmen nos salvó! Eso a lo mejor suena exagerado, pero cuando recuerdo el primer día que entré en su oficina con mi hija, me maravillo de pensar cómo nos ayudó. Esa primera visita fue hace 12 años. Desde entonces ella también ha ayudado a mis otras dos hijas. Carmen es considerada, se preocupa por sus clientes y sus sesiones son efectivas.